El tianguis es una tradición de nuestras culturas antiguas, su raíz etimológica deriva del náhuatl “tianquiztli”, que podemos traducir como mercado. En dichas culturas era común el intercambio frecuente de semillas, frutos y mercancías, los cuales fueron evolucionando con el tiempo, el trueque era una de las maneras cotidianas para intercambiar productos, lo cual con el tiempo se fue modernizando y fueron apareciendo las primeras monedas, hoy por hoy, es frecuente visitar, conocer y disfrutar de los tianguis de nuestra ciudad.
La principal característica de los tianguis, es el uso de espacios públicos para asentar sus puestos, en ellos se ofrecen comida, diversos productos en ofertas, electrodomésticos nuevos y también de medio uso, ropa, cuadros, juguetes, entre muchas cosas más. En lo particular acostumbro visitar los tianguis, en especial al de la “Madero” en Mérida, y he podido observar el esfuerzo, trabajo y dedicación que cada una y uno de los tianguistas le ponen a su oficio para poder llevar el sustento a casa. Hasta antes de la pandemia, era normal ver los viernes por la tarde que se ponían las estructuras de los puestos para ocupar su lugar y empezar a vender desde muy temprano al día siguiente. En los tianguis he podido conseguir monedas antiguas (soy coleccionista de monedas y billetes), también, he disfrutado de un raspado de pitahaya.
Sin embargo, la pandemia que estamos viviendo en la actualidad por el Covid-19, afectó y continúa afectando a comercios y empresas, pero en especial a los pequeños comerciantes como son las y los tianguistas. Ya que, esos espacios serían un potencial foco de infección, debido a la gran concentración de personas y que ha mantenido alerta a los ciudadanos.
Muchos de los tianguistas, están innovando, como dice Andrés Oppenheimer en su libro ¡Crear o Morir!: la esperanza de América Latina es la INNOVACIÓN. Ahora en tiempos de coronavirus, es normal ver a muchas personas usando las plataformas digitales que tienen a su alcance para poder ofrecer sus productos o servicios que antes eran ofertados de manera presencial. Facebook y Marketplace han sido fundamentales para toda aquella persona que tenga una cuenta de esta red social y decida ofertar productos, es sin duda la plataforma por excelencia. Ejemplo de ello, son los cubrebocas artesanales que realizan con diferentes formas y figuras, que se ofertan por redes sociales y es un gran ejemplo de innovar frente al cambio pandémico que estamos viviendo. También, los Facebook Live, han servido para poder interactuar con sus clientes, hace unos días veía a mi hermana viendo un “en vivo” de pinturas y productos de belleza, a través del video, se ponían de acuerdo, el vendedor enseña sus productos, menciona los precios y los clientes a través de un comentario “separan” sus pedidos, los cuales se entregan a domicilio.
¡Maravillosa forma de innovar! Por Whatsapp, circulan anuncios de ventas y servicios, está plataforma es la más común para quienes no cuentan con Facebook, a través de un “estado” se ofertan productos y servicios los cuales serán visibles para sus contactos registrados. ¿Por qué es importante el internet para nuestras ventas y/o anuncios? De acuerdo a los datos más recientes del INEGI, en México hay 80.6 millones de usuarios de internet y 86.5 millones de usuarios de teléfonos celulares. Sin duda, en los últimos años ha venido creciendo ese número, que ha sido factor para que las redes sociales desempeñen un papel importante en las ventas de productos y/o servicios. De manera paulatina las y los comerciantes volverán a sus sitios de trabajo, es y será importante la prevención y el uso oportuno de cubrebocas, ello, hasta que el riesgo de contagio sea mínimo o la vacuna sea aplicada en la mayoría de la población. Sé que no es fácil para todos, pero es mejor tener la esperanza de volver a realizar nuestras vidas con normalidad. ¿Has realizado alguna compra por Facebook? ¿Conoces a alguien que está innovando en redes sociales?
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